Hace das murió una joven de dieciséis años. Se despidió de su entorno y dejó toda su vida atrás. Había una acosador, también atrás, muy atrás y sin embargo pocos se hacen eco, porque cuando el abuso y el acoso suceden en ciertos entornos tienden a encubrise y a excusarse, parece mentira, pero en el siglo XXI sigue pasando. En la prensa hablan de la joven como alguien retraído, apocado y discapacitado, lo que me hace pensar que además de sufrir los abusos y burlas, ahora es maltratada por qué, por no haberse defendido o simplemente porque es más fácil hacer leña del árbol caído. No lo sé, lo que si sé es que resaltar las cualidades que hacían débiles a una persona que sufre hasta el punto de abandonar su vida terrestre me parece tan terrible como los hechos en si. Os imagináis al periodista firmando con " Pablo el gordo" ó "María la bocazas"(es un ejemplo absurdo por supuesto) .Pido a los medios de comunicación que hagan un ejercicio moral, igual que a los entornos de las VÍCTIMAS, y que en su lugar digan que el acosador o acosadora son cobardes, débiles, y desperdicios sin escrúpulos que merecen recibir un escarmiento en lugar de premiarse estas conductas con cosas tan simples como un cambio de colegio. Y que hablen bien de la víctima, que digan que tenía una discapacidad en lugar de llamarla discapacitada, pero que también se diga de todos los acosadores y acosadoras que sufren una terrible discpacidad para tener empatía. Y que nadie se lave las manos, que no achaquen la falta de atención y sensibilidad a los recortes, porque por esta regla de tres, en los países pobres nadie debería ser amable con nadie.
Y a mi hijo, le digo que adelante, que no voy a dejar que ninguna ni ningún impresentable más le haga daño, Los actos de acoso hay que cortarlos de raíz, y mi lucha empieza aquí y ahora.
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